Hace mucho, en las montañas que hay entre China y Corea, un hombre que dormía tuvo un sueño. Soñó con un dragón terrible, espantoso. En una actitud muy amenazante, abrió sus fauces en llamas y bramó con toda su imponente fuerza. Entonces, el hombre, casi enloquecido, le preguntó:
-Pero ¿qué va a pasar? Estoy aterrado, ¿me vas a devorar ahora?
-¿Qué quieres que te diga? -le respondió el dragón-. ¡Es tu sueño!
1 comentario:
En estos tiempos, parece que también hay políticos que sueñan con dragones, con los que hasta se identifican. Lamento desconocer cuáles serán las consecuencias de esos sueños. O si ya se habrán convertido en nuestras pesadillas...
Publicar un comentario