Yo creo que más de una vez y de dos y de"mil" es más fácil matar la creatividad y la imaginación que dejarlas florecer. Para que esto ocurra es necesario tener una mentalidad abierta y estar dispuesto a trabajar más y de otra manera. Si así se hace la satisfacción, por ambas partes, se incrementa con creces.
Como en otras cuestiones, la escuela es una institución paradójica. En muchos de sus documentos aparecen esas dos palabras: creatividad e imaginación. Hay, también, mucha literatura pedagógica sobre este asunto. Pero sabemos que no debe ser tan sencillo, como Ken Robinson nos demuestra. Al menos, que la sociedad sea consciente de que la creatividad no mata la escuela... Saludos
Es una charla extraordinariamente fresca. No la centraría en "las escuelas", quizá es más justo lo que él dice, el "sistema educativo". No porque haya que mirar a otro lado, sino por la labor de "refuerzo" que hacen los padres (y madres), muchas veces en pro de lo peor de la escuela, y no precisamente de su creatividad y libertad. La de veces que uno puede oír, en escuelas a lo Freinet, que "a esta escuela no lo lleves, que ahí no les enseñan nada". Como fuere, creo que tiene razón en que idealizamos el saber universitario cuando es uno de los más cojos y, no solo eso, ¿cuántos hemos disfrutado de veras en la universidad? Los habrá. Yo menos que en ningún sitio, en lo que atañe a la enseñanza recibida.
Gonzalo, estoy de acuerdo contigo. Y en estos tiempos de cifras y de datos, hablar de cosas sencillas como creatividad, imaginación a algunos les parece perder el tiempo. Como si fuesen culpables de los males que nos aturden, como si la escuela fuese a mejorar sin ellas... Saludos
5 comentarios:
Yo creo que más de una vez y de dos y de"mil" es más fácil matar la creatividad y la imaginación que dejarlas florecer.
Para que esto ocurra es necesario tener una mentalidad abierta y estar dispuesto a trabajar más y de otra manera.
Si así se hace la satisfacción, por ambas partes, se incrementa con creces.
Como en otras cuestiones, la escuela es una institución paradójica. En muchos de sus documentos aparecen esas dos palabras: creatividad e imaginación. Hay, también, mucha literatura pedagógica sobre este asunto. Pero sabemos que no debe ser tan sencillo, como Ken Robinson nos demuestra. Al menos, que la sociedad sea consciente de que la creatividad no mata la escuela...
Saludos
Es una charla extraordinariamente fresca. No la centraría en "las escuelas", quizá es más justo lo que él dice, el "sistema educativo". No porque haya que mirar a otro lado, sino por la labor de "refuerzo" que hacen los padres (y madres), muchas veces en pro de lo peor de la escuela, y no precisamente de su creatividad y libertad. La de veces que uno puede oír, en escuelas a lo Freinet, que "a esta escuela no lo lleves, que ahí no les enseñan nada". Como fuere, creo que tiene razón en que idealizamos el saber universitario cuando es uno de los más cojos y, no solo eso, ¿cuántos hemos disfrutado de veras en la universidad? Los habrá. Yo menos que en ningún sitio, en lo que atañe a la enseñanza recibida.
Un abrazo
Ken Robinson tiene toda la razón. La creatividad nos hará encontrar una vía de desarrollo personal.
Gonzalo, estoy de acuerdo contigo. Y en estos tiempos de cifras y de datos, hablar de cosas sencillas como creatividad, imaginación a algunos les parece perder el tiempo. Como si fuesen culpables de los males que nos aturden, como si la escuela fuese a mejorar sin ellas... Saludos
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