Se nos anima a contar nuestra historia, a construir un personaje constante, y ahora a fijar también una identidad digital. Pero hay demasiados laberintos en la imaginación y muchas regiones extrañas llenas de emociones. En este tiempo de crisis, caótico en ocasiones, no se puede entrar en esos lugares sin poner en tela de juico tu propia cordura.
¿Podrá un robot soñar con el amor de una muñeca? No lo sé, aunque es cierto que cualquier historia, para sobrevivir, necesita sentir la energía del lector, del espectador o del oyente…
(vía El poder del mar)
3 comentarios:
Que bonito es el amor, lo puede todo. Mario, gracias por seguir dándole vida a este blog y feliz año.
Saludos
Hola Mario, el vídeo es precioso. Me alegro de que aún sigas por el mismo camino, aunque solo sean unos pasos más.
Un Abrazo
Mónica, Alejandro, es imposible no buscar algo de energía, un poco más, y seguir. Seguir para encontrar una historia única... :-)
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