El gran Gianni Rodari dijo que una historia sólo puede nacer de un binomio fantástico. Explicándolo de forma breve, consiste en la búsqueda de dos palabras muy distintas, pues es necesario que exista entre ellas una cierta distancia significativa. Si es así, cuando se unen, aseguraba que se produciría un extraño choque de sentidos, y, mediante la creatividad, resultarían liberadas de sus significados más comunes.
Así que, después de explicar con atención todo el proceso que habría que desarrollar, en el aula eligieron 7 de las palabras que llamamos poderosas. Y además, también en equipo, seleccionaron otras 7 palabras que buscaron en su vida cotidiana, y que por eso acordamos que serían las palabras de hoy.
Con esas 14 palabras escogidas formamos dos columnas imaginarias. En la primera, y escritas con letra mayúscula, estarían las palabras de la vida cotidiana; en la otra, y con letra minúscula, aparecerían las palabras de la tradición popular. Una vez terminado este cuadro, para inventar una historia bastaba con elegir una palabra de cada columna. Pues esa pareja de palabras originaba casi de inmediato un binomio simbólico...
Otro material que también usamos:
- Las fórmulas maravillosas, de inicio y final. Por ejemplo, en los posts Para imaginar historias 1 y Para imaginar historias 2, entre otros recursos.
- Las palabras poderosas, que, desde una perspectiva psicológica, contienen imágenes o motivos que no nacen de experiencias individuales, sino que de alguna manera están en el inconsciente y en el imaginario colectivo.
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