Si vemos o escuchamos una presentación, una cierta parte de nuestro cerebro se activa. En general, a partir de ese hecho en la mente empieza el procesamiento del lenguaje, para descifrar las palabras y comprobar sus posibles significados. Pero eso es todo, y aun siendo importante, nada más sucede. En cambio, cuando se nos cuenta una historia, las cosas son muy diferentes. No solo se activan en el cerebro las áreas donde se procesa el lenguaje, también otras zonas. Por ejemplo, las emociones; algo que no se consigue por medio de una simple presentación.
El arte de contar historias es muy antiguo, pero tal vez en los últimos tiempos le faltó una buena campaña de publicidad. Por eso, ahora nos llega desde la cultura anglosajona con una nueva denominación, storytelling. Pero no es más que la antigua magia de los cuentacuentos aplicada a nuevas utilidades: la empresa, la política, el mundo profesional, la escuela. Esta última posibilidad es la que nos interesa aquí, y que ya hemos tratado en diversas ocasiones:
- Imaginación y enseñanza
- O cerebro está feito para as historias
- Os mestres aínda contan
- O poder das palabras
- El origen de las historias
- Los cuentos son una lengua universal
- Secuencias narrativas básicas
- 7 razones para contar una historia
(vía lifehacker)
2 comentarios:
Es apasionante el tema de los cuentos y las historias, cuanto más me adentro en ello más me engancha y más magia le encuentro.¿Qué sería de nosotros sin ellos? Son tan antiguos como la humanidad. Es un placer leerlos, pero contarlos lo es aún mucho más
Un abrazo
Al menos sé que las hadas saben escribir. Muchos humanos pasan y miran, pero apenas dejan un recuerdo... :-)
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