El binomio simbólico ha comenzado su viaje. En la escuela, los niños iniciaron ya la exploración de sus palabras. Para la primera tarea, de las llamadas palabras poderosas han seleccionado las siguientes: oro, bruja, anillo, dragón, perla, demonio y rosa. Y del mundo actual han elegido este vocabulario: tren, parque, supermercado, juguetes, escuela, amigos, avión y libro.
En las actividades de escritura, formaremos parejas especiales con las palabras del binomio simbólico. Seguramente también introduciremos alguna más, para favorecer los mundos de la imaginación. De esa forma, y dentro de nuestras posibilidades, seguiremos llevando adelante estas experiencias con el arte de inventar historias, como decía Rodari. Esos cuentos pueden leerse en la Escola de Ismaíl, nuestro blog de aula.
Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, en el libro Cuentos breves y extraordinarios, recogieron una pequeña historia donde aparece la palabra bosque.
El diálogo ocurrió en Adrogué. Mi sobrino Miguel, que tendría cinco o seis años, estaba sentado en el suelo, jugando con la gata. Como todas las mañanas, le pregunté:
-¿Que soñaste anoche?
Me contestó:
-Soñé que me había perdido en un bosque y que al fin encontré una casita de madera. Se abrió la puerta y saliste vos.-Con súbita curiosidad me preguntó: -Decime, ¿qué estabas haciendo en esa casita?
FRANCISCO ACEVEDO, Memorias de un bibliotecario (Burzaco, 1955).
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